Tania García
De Sevilla a Madrid, con el único propósito de una visita póstuma. No, no conocí a Paco Umbral.
No recuerdo exactamente cuándo leí mi primer libro de Umbral. A pesar de ser una lectora voraz, creo que no sería hasta el año 2006. Me recomendaron Mortal y Rosa...
Y fue determinante para mi, había encontrado, sin saber que me faltaba, una última pieza que daba sentido a ese amor por la literatura que me había acompañado siempre.
Marcando un antes y un después en mi asistemático modo de seleccionar lo que leo. Desde entonces, mi última lectura y mi primera lectura de cada año, es un libro de Paco Umbral, y no es cuestión de jerarquía, es una purga por lo anterior y una certeza de que el nuevo año ya valió la pena.
Lo más cercano a lo sublime sin interrupción, que diría Baudelaire.